martes, 26 de mayo de 2020

BUSCANDO CRECER




Llevamos unos meses viviendo una situación extraordinaria. Nos ha cambiado la vida de un día para otro. Nunca nos habríamos imaginado estar sin poder salir de casa, sin poder ver a nuestra familia o amigos, sin poder viajar, etc. Seguramente también habrás cambiado TÚ.

Cuando sufrimos grandes cambios en nuestra vida, aparecen preguntas, cambios de valores o nos damos cuenta de que la vida que llevábamos anteriormente no era coherente con nuestra esencia o por el contrario, nos reafirma en nuestro camino vital para seguir en él con más energía.

Todo proceso de cambio conlleva su camino, ya sea porque el cambio no lo hemos elegido, porque encontramos obstáculos, etc.

REFLEXIONA por unos minutos en esos cambios que has vivido:

* ¿Cómo ha cambiado tu vida en el día a día? ¿cómo era tu rutina hace dos meses? ¿Cómo es tu rutina ahora?
* ¿Cuáles eran tus sentimientos/emociones predominantes antes de todo esto? ¿Cuáles son las emociones que más sientes ahora?
* ¿Has cambiado de alguna manera? ¿En qué?
*¿Qué estás aprendiendo de toda esta situación y de ti mismo/a?

En estos días de recluimiento tanto externo como interno, ¿te has propuesto algún objetivo? ¿cómo es tu grado de cumplimiento del mismo?

Te propongo pensar en una META. 
Piensa en algo que te gustaría cambiar o mejorar en tu día a día, en tus emociones, en tu cuidado personal, en tus relaciones con los demás...Busca un objetivo diario (fácil de cumplir, no te propongas algo que te suponga mucho esfuerzo; para empezar, mejor por algo fácil de iniciar para mantener y cuidar nuestra automotivación). 

Y piensa en un plan para ponerlo en práctica:

  •  REDACTA tu objetivo, ponlo por escrito y ponlo en un sitio donde lo veas a menudo, para que te lo recuerde. Y escribe también, si lo consideras oportuno, esos objetivos más pequeños que te llevarán a conseguir la meta inicial. 
  • BUSCA un aliado/ persona que te ayude. Comparte con esa persona cuál va a ser tu objetivo y pide ayuda para que te apoye, te anime o te brinde algo que necesites para empezar.
  • PLANEA en qué momento del día vas a dedicarle TIEMPO a tu objetivo.
  • VALORA qué RECURSOS necesitas para ponerlo en práctica: tiempo, comprar algo en concreto, hablar con alguien,... 
  • PREMIATE cada vez que cumplas tu meta o submetas, puede ser algo material o algo simbólico o incluso un mensaje verbal hacia ti mismo/a (¡Genial, Begoña, vas por el buen camino!, por ejemplo).


Os comparto un vídeo que a mi me sigue emocionando cada vez que lo escucho... Os lo podéis poner de despertador!!!



RECORDAD que la palabra DIFÍCIL sólo pone excusas y es la máscara que más utilizamos en el MIEDO A CAMBIAR...

Para finalizar, tomad nota de todo lo que conlleva un proceso de cambio..


Así que...... ADELANTEEEE!!!!!


martes, 19 de mayo de 2020

LAS EMOCIONES BÁSICAS







¿Qué emoción te evoca la imagen?

Hoy nos acercamos a conocer y comprender nuestras emociones más básicas. 

No podemos elegir lo que sentimos pero sí qué hacer con lo que sentimos. Las emociones tienen la capacidad de influir en nuestra salud física y en nuestro bienestar. Aprender de ellas, es conocernos a nosotros mismos. 

Te invito a cambiar tu percepción sobre ellas y abrirte a sentirlas y aceptarlas, y gestionarlas, si es el caso. 

Reflexiona sobre las preguntas que te propongo para ir ahondando en cada una. 
Sabiendo que no hay una única clasificación nos acercaremos a conocer las siguientes:

- IRA. Surge ante la percepción de una injusticia ("es injusto que ....") o cuando sentimos que nuestros derechos no han sido respetados. Es la emoción que más energía desencadena. De cada persona depende de cómo canalizar esta energía 
¿La utilizas para construir y recuperar el control perdido sobre el ambiente y/o a la auto-defensa? o ¿la utilizas para destruir? ¿En qué parte de tu cuerpo notas  más la ira/enfado?


MIEDO. Se activa por la percepción de daño o peligro. El origen del daño o peligro percibido puede ser físico (integridad física) o psicológico (insultos o puntos débiles que dañan nuestra autoestima). El miedo puede llevarnos a protegernos, a evitar la situación o el estímulo "peligroso" o a desarrollar conductas de afrontamiento. Por ejemplo, si nos da miedo hablar en público, las opciones que el miedo nos reporta serían, evitar la situación o por el contrario, aprender técnicas de comunicación, relajación....etc. 
¿A qué tienes miedo (animal, situación, persona..)? ¿Qué miedos tenías en el pasado y cómo has conseguido afrontarlos?



-LA TRISTEZA. Ante la percepción de pérdida, surge la tristeza. Comparamos lo que teníamos en el pasado con los cambios del presente. Nos ayuda a tomar consciencia de estos cambios y a valorar cosas, situaciones, personas.... El llanto es la expresión más común y ayuda a liberar esta emoción. Solemos evitar sentirla con distracciones, pero en el fondo sigue ahí. Es un proceso natural que se activa ante diversos cambios y que nos lleva a aceptar la situación, si seguimos en el proceso de gestión, por el contrario si la tristeza se hace más profunda, puede convertirse en depresión.
Se trata de permitirnos sentirla y aceptarla.  La tristeza nos lleva a buscar apoyo en las personas más cercanas.
¿Que haces tú cuando sientes tristeza? ¿Cómo te desahogas? ¿Intentas evitarla?



-EL AFECTO/AMOR. El amor tanto a uno mismo como a los demás, a la vida. Nos conecta con nuestra verdadera esencia como seres humanos, es más que una mera emoción, puede ser incluso una actitud. Nos conecta con nosotros mismos y con los demás, y crea vínculos importantes de apego y satisfacción. 
¿Quienes son las personas más importantes de tu vida? ¿Cómo te tratas? ¿Cómo de afectuoso eres contigo mismo? 



-LA FELICIDAD. Al igual que el amor, la felicidad nos lleva a desarrollar una actitud positiva y optimista ante la vida. Es una emoción y una actitud que se trabaja cada día. Depende de nosotros mismos y no de que las circunstancias de alrededor sean propicias. Hay muchos ejemplos de personas que tienen muchas limitaciones y afirman sentirse felices cada día. Es por esto que la felicidad nace de dentro a afuera y no de afuera a adentro. La sociedad y los medios de comunicación nos intentan vender que seremos felices si conseguimos esto o aquello, cuando nos jubilemos, cuando mis hijos consigan trabajo.... desde esta perspectiva sólo queda resignación, ante la impotencia de no poder hacer nada. Sin embargo, la actitud lo es todo y cambia por completo nuestra percepción de la situación. 
La felicidad está vinculada al bienestar en todas las áreas de nuestra vida. Es un equilibrio interno. 
¿Qué es felicidad para ti? ¿Qué día ha sido el más feliz de tu vida? ¿Eres feliz hoy?



- SORPRESA. Es una emoción de transición y es la que menos dura, porque nos prepara para la siguiente emoción. Surge ante algo inesperado y eso inesperado, puede ser agradable o desagradable para nosotros. Puede que nos guste que nos den sorpresas o, todo lo contrario. 
¿Cuál es la sorpresa más grande que te han dado? ¿Qué sentiste después? ¿Has dado alguna sorpresa a alguien? ¿Cuál fue su reacción?


- ASCO. Implica una respuesta de huida o rechazo ante un objeto deteriorado o pasado. Comida u olores corporales, contaminación y sabores amargos o acontecimientos psicológicos como chistes de mal gusto, valores morales repugnantes activan nuestros impulsos de repudio y la emoción de asco. La función del asco es de mantener y promover la salud. 
¿Hay algo en concreto que no soportes y te provoque asco? ¿Cuál es la razón de que te provoque dicha emoción? 


A través de este enlace puedes acceder a un  CUADRO RESUMEN EMOCIONES BÁSICAS

Para finalizar, os invito a ver este vídeo, de Mario Alonso Puig, donde da claves para gestionar emociones:








martes, 12 de mayo de 2020

SEGUIMOS CON LAS EMOCIONES




Seguimos conociendo cómo funciona nuestro cuerpo en cuanto a emociones se refiere.

¿RECUERDAS qué estabas haciendo o con  quién estabas el día que ocurrió el atentado de las Torres Gemelas? 

¿Qué día para ti ha sido hasta el momento el día más feliz de tu vida?

En todos estos procesos se activa nuestra MEMORIA EMOCIONAL, información emocional que se queda grabada en nuestro cerebro y que nos recuerda detalles de las situaciones que hemos vivido de una manera emocionalmente intensa. Ya sea de naturaleza agradable o desagradable. Esto es de gran utilidad porque nos ayuda a tomar decisiones ante situaciones similares, pero también hace que reaccionemos con la misma intensidad emocional ante situaciones parecidas, es decir, nuestras emociones del pasado nos influyen en las reacciones del presente. Por ejemplo, nuestra memoria emocional se activa cuando nos enfadamos con nuestro hijo/a porque no ha bajado la basura o no ha ordenado la habitación, y la emoción de rabia-enfado nos recuerda otras situaciones similares en las que hemos sentido esa misma emoción con esa persona y en medio de la discusión, nos dejamos llevar por estos recuerdos, y sacamos a relucir otros reproches, aunque sean de hace meses o incluso años.

En este vídeo de REDES, nos hablan de la MEMORIA EMOCIONAL:


A continuación, comparto una conferencia de LAURA ROJAS MARCOS, que nos ayuda a profundizar y comprender nuestros procesos emocionales: 




Y la segunda parte de esta conferencia:



Estos días os invito a seguir buscando esa conexión emoción-cuerpo, localizando físicamente dónde comenzáis a sentir la emoción, es de gran ayuda para poder ser consciente de cómo nos sentimos.


lunes, 4 de mayo de 2020

¿CÓMO TE SIENTES?




¿Qué sientes ahora mismo? Cierra los ojos y conecta con tus sensaciones internas ¿Puedes poner un nombre a esa emoción?

Etimológicamente, la palabra EMOCIÓN, viene del latín e-movere que significa "movimiento hacia el exterior" o "ponerse en movimiento". De este modo, las emociones nos mueven a hacer algo, son un impulso de energía para adaptarnos ante un cambio.

Aunque no hay una clasificación consensuada sobre las emociones, podemos hablar de emociones primarias, innatas (miedo, rabia, tristeza, asco, sorpresa, alegría..) y emociones secundarias, aprendidas en el contexto social  y surgen de la combinación de las anteriores (empatía, vergüenza, envidia, celos...).

Las emociones no son ni buenas ni malas; son agradables o desagradables, cómodas o incómodas... todas tienen su función y nos ayudan a sobrevivir. En este vídeo de REDES nos lo explican: 



El tema radica reconocerlas, aceptarlas, permitirnos sentirlas y gestionarlas. Estas son las claves. De este proceso hablaremos más adelante. 

Para poder gestionar nuestros procesos emocionales es fundamental saber dónde surgen. 
Cuando hay un cambio en nuestro mundo exterior o en nuestro mundo interno (un recuerdo, por ejemplo), esta información se dirige a varios sitios al mismo tiempo: a la corteza prefontal o neocórtex y a nuestro sistema límbico, también llamado cerebro emocional. Por ejemplo, si estamos cruzando la carretera y de repente aparece un coche, nuestro sistema de alarma (cerebro reptiliano y cerebro límbico), y la emoción de miedo nos hacen correr hacia la acera y salvar nuestra vida. Esta parte cerebral tiene la capacidad de tomar decisiones rápidas cuando nos sentimos en peligro. Sin embargo, el peligro puede ser real o imaginario. Por ejemplo, puede haber una reestructuración en mi empresa y el miedo a que me echen hace que esté tenso, irascible con mis amigos, no duerma por las noches... estoy viviendo ya como REAL que me echen del trabajo. La parte prefontal del cerebro se dedica a analizar, deducir, valorar posibilidades.... por lo tanto, necesita más tiempo para tomar una decisión. Si esperamos a valorar todos los detalles en la situación anterior, el coche ya nos hubiera alcanzado.


Fuente imagen:https://germangorriz.com/resistencia-al-cambio/


En este vídeo podemos observar este proceso:




Continuamente estas partes cerebrales trabajan JUNTAS En situaciones que interpretamos como peligrosas el sistema límbico toma las riendas para tomar una decisión rápida, mientras que la parte prefontal analiza para valorar otras opciones. Es por esto, que a veces, después de haber actuado impulsivamente (un portazo, un chillido) nuestro lóbulo prefontal, una vez analizada la situación, nos dice que hemos actuado de manera errónea.

En este proceso también tenemos que tener en cuenta otras partes de nuestro cuerpo, ya que estudios científicos señalan que tenemos también neuronas en el intestino, ¿verdad tenemos muchas sensaciones emocionales en esa parte? hablamos de tener "un nudo en el estómago", por ejemplo. Te propongo leer este artículo donde explica que tenemos hasta cuatro cerebros:


Te invito durante estos días a SENTIR. Nuestro cuerpo siente las emociones antes de que seamos conscientes de ellas. El corazón late más deprisa, se agita la respiración, apretamos los puños, fruncimos el ceño....Si conectamos con estas sensaciones, seremos capaces de gestionar de manera más eficaz nuestras emociones. ¿Dónde y cómo sientes la rabia? ¿Dónde y cómo sientes la alegría? y el amor? Busca la conexión con tu cuerpo. 

RECORDANDO

Llegamos ya al final del curso.... y toca mirar a nuestro interior (si, una vez más). RECORDAMOS conceptos básicos de la intelige...