Cuando yo tenía seis o siete años, tenía la suerte de pasar algunas temporadas en el pueblo con mi abuelo Santos, todas las mañanas cuando me levantaba observaba cómo se hacía su café, le echaba su pan duro y se sentaba en los escalones del patio (si hacía mucho frío abría la portezuela de arriba y se apoyaba en el canto de la puerta), allí sentado durante unos minutos se tomaba su café mientras miraba con sus pequeños ojos azules al cielo, al suelo, respiraba profundamente, saboreaba su café y abrazaba su taza calentita…
Yo me solía sentar a su lado y desayunaba con él en silencio, pues como buen burgalés era de pocas palabras y además algo me decía en ese momento que las palabras estaban de más…
Yo no sabía muy bien qué hacía mi abuelo, pero notaba que algo sucedía en él mientras se tomaba ese café con pan duro, y un día le pregunte:
– ¿Qué haces abuelo?…
Él no me contestó, siguió respirando profundamente, mirando al cielo, al suelo, a la higuera del patio …y cuando se acabó su café me dijo:
- “Estoy dando los buenos días”, se levantó y se fue.
A partir de ese momento todos los días nos sentábamos juntos a dar los buenos días, y un día que nunca olvidaré, me miró, sonrió y me dijo lo siguiente:
Miro el cielo y veo si hay nubes, está azul, blanquecino… observo con mis ojos cómo es…
Compruebo su olor, pues los días huelen diferentes… a agua, a hojas secas, flores, humo…
Siento el calor de la taza en mis manos, la brisa en la cara, el sol en mi cuerpo…
Saboreo el café y el pan en mi boca, me concentro en su calor…
Lo escucho… Y esa es mi manera de dar los buenos días a este día que comienza.
Y por último noto cómo me siento yo por dentro.
Se levantó y se fue.
MINFULNESS proviene del inglés y se traduce como "conciencia plena" o "atención plena". Estas técnicas tienen su origen en la meditación Vipassana, antigua técnica india cuyo objetivo es tomar conciencia absoluta del momento presente.
La historia con la que hemos comenzado hoy se refiere a esto, ESTAR PRESENTE, en lo que sientes, en lo que oyes, en lo que ves.....ESTO ES MINDFULNESS.
¿En qué estás pensando en este momento? ¿Tienes la cabeza llena de pensamientos y estás a mil cosas a la vez? o ¿tu pensamiento coincide con lo que estás haciendo?
Jon Kabat-Zinn, ha sido el precursor de esta práctica en Occidente y fundó la Clínica de Reducción de Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts. Allí introdujo a los pacientes a la práctica de Mindfulness para el tratamiento de problemas físicos, y psicológicos, dolor crónico, y otros síntomas asociados al estrés.
La mayor parte del tiempo nuestra mente divaga en el pasado o en el futuro, esto le genera al cuerpo tensión, ansiedad y distres (estrés negativo), ya que poco nos podemos OCUPAR realmente del pasado o el futuro, solo nos PRE-OCUPAMOS. De lo único de los que nos podemos ocupar realmente, es del PRESENTE.
Cuando nos centramos en el presente:
Observamos los pensamientos y
sensaciones desagradables tal cual son (no los magnificamos con el pensamiento).
Tenemos mayor conciencia de aquello
que evitamos
Poseemos mayor conexión con nosotros mismo,
con los demás y con el mundo que nos rodea
Poseemos mayor conciencia de los
juicios de valor (Mindfulness consiste en observar la realidad, sin emitir juicios)
Aumentamos la conciencia
de nosotros mismos
Reaccionamos de manera más positiva ante sucesos desagradables
Nos identificamos menos con nuestros pensamientos (no soy lo que pienso)
Reconocimiento del
cambio constante (pensamientos, emociones y sensaciones que vienen y van)
Desarrollamos mayor equilibro y menor
reactividad emocional
Nos encontramos con mayor calma y paz
Desarrollamos la autoaceptación y la autoestima
Algunos ejercicios para la integración de Mindfulness
en tu día a día:
Mientras vas hacia algún lugar (el
trabajo, la compra) (conduciendo, andando, autobús, etc...) presta atención a
tu respiración, conectando con la sensaciones del cuerpo, la postura, las
tensiones e intenta estar presente allí.
Toma conciencia del momento en el que llegas a tu
lugar de trabajo, observando cómo te encuentras en ese día, y que un nuevo día
de trabajo se inicia con conciencia.
Algunos días a la semana,
intenta cambiar el lugar de almuerzo habitual y almuerza solo y en silencio,
atento a las sensaciones, a la comida. Es decir, experimentando las
sensaciones, comiendo despacio y teniendo plenamente presente lo que estás
haciendo. Utiliza este tiempo para estar consigo mismo.
Tómate unos minutos, para
parar, detenerse y observarse. Dándote cuenta de tu experiencia en el momento
presente, registrando su respiración y las sensaciones del cuerpo.
Al terminar tu día, y en el
camino de regreso a su casa, trata de hacer una transición consciente, notando
que ya finalizaste tu tarea en ese día, y poder disponerte para estar
plenamente presente al llegar a tu casa.
Vive cada momento como es, no como le gustaría
que fuera, conectándose con la realidad para poder tener mayor información. Eso
servirá para adaptarse mejor a lo que está ocurriendo.
También podemos trabajar nuestra ATENCIÓN PLENA a través de la práctica de la meditación. A continuación, comparto contigo una meditación de Minfulness de Olaya Acebal creadora de Mente en Calma (https://menteencalma.com/):
Te invito a que hoy elijas una actividad para realizar con atención plena, puede ser comer una fruta, un paseo, escuchar a alguien.....
Las sensaciones y el disfrute cambian totalmente cuando ESTAMOS PRESENTES realmente.
¿QUÉ OPINIÓN TE MERECE ESTA FRASE DE SÓCRATES? ¿Cuántas veces a la hora de cambiar te has enfocado en lo que NO querías repetir en vez de hacer algo diferente al respecto?
Cuando nos enfocamos en lo que NO queremos, al final termina por ocurrir de la misma manera....
Hoy en día estamos experimentando multitud de cambios, algunos son elegidos por nosotros mismos, otros, son más bien impuestos de los acontecimientos o de las distintas etapas de la vida.
Seguramente muchos de vosotros también os hayáis planteado cambiar algo de vuestros hábitos, o incluso de vuestra manera de actuar o de gestionar vuestras emociones.
Si echáis un vistazo a vuestra vida, podéis daros cuenta de que continuamente estamos cambiando. El cambio es inevitable, forma parte del ciclo vital. Y sin embargo, cuando realmente queremos modificar algo en concreto, cuesta muchísimo, verdad? ¿Por qué encontramos tanta resistencia al cambio? ¿Por que nos autoboicoteamos en este proceso?
Hay muchas razones, falta de confianza en uno mismo, miedo al que dirán, miedo al fracaso, excusas sobre la falta de tiempo,...
Habitualmente, nos encontramos en la ZONA DE CONFORT; en esta zona nos encontramos "calentitos", seguros, tranquilos. Es lo que conocemos, aunque las circunstancias no sean agradables.
Todo lo que está fuera de nuestra zona de confort, forma parte de nuestra ZONA DEL MIEDO o del pánico. En esta zona nos sentimos inseguros, no controlamos la situación. Si somos capaces de superar y enfrentarnos a estas emociones, entramos en nuestra ZONA DE APRENDIZAJE, donde adquirimos habilidades, conocimientos y gracias a esto, nuestra zona de confort se expande y llegamos a la ZONA DEL CRECIMIENTO.
En el vídeo siguiente nos explican cómo funcionan estos procesos:
¿En qué zona te encuentras en este momento?
¿Qué aspectos, miedos, inseguridades... te mantienen en tu zona de confort?
Seguro que dispones de muchos RECURSOS, que ya has puesto en práctica en numerosas ocasiones y que te ayudaran a empezar cualquier camino que te propongas. Piensa en tus recursos, enuméralos y ponlos por escrito. Es fundamental para reforzar la seguridad en ti mismo/a.
A continuación, te invito a saborear este vídeo de Mario Alonso Puig para ayudarte a seguir adelante estés en el proceso en el que estés. A veces nos puede la apatía, la desgana y es necesario buscar en nuestro interior aquella llama que vuelva a encender nuestra energía y nuestra alegría en el camino del cambio.
¿Para que te levantas cada día, cada mañana? ¿Qué te motiva a luchar y a seguir viviendo?
Muchas personas cambian la manera de llevar su vida cuando les diagnostican una enfermedad grave, cuando han sufrido un accidente, ...
Si el medico te dijera que te quedan seis meses de vida (y el pronóstico es fiable) ¿cambiarías tu manera de vivir? ¿Qué harías? ¿Que dejarías de hacer? ¿A quien dedicarías tu tiempo?
Os invito a reflexionar sobre ello, gracias a este testimonio
Todo esto tiene que ver con nuestro nivel de automotivacion. La palabra MOTIVACIÓN comparte su raíz etimológica con la palabra EMOCION. Así, la motivación es el motor que nos pone en marcha, que nos mueve hacia afuera, igual que las emociones. Sin motivación, nos encontramos pasivos, no encontramos sentido a la vida, al trabajo,..
A lo largo de la vida esperamos a que ocurran cosas para empezar a vivir. Parece que la felicidad nos espera al finalizar la meta, al conseguir esto o aquello.....y la motivación se centra en la consecución de esos objetivos. Y llega un momento en nuestra vida que, quizás, al no tener objetivos "importantes" puede que perdamos nuestra motivación y nuestro sentido. Se nos olvida vivir MIENTRAS ocurren todas esas cosas.
EL reto de hoy consiste en trabajar nuestra ACTITUD diaria. La actitud como algo que yo ELIJO, para ser amable, para estar alegre, para motivarme y seguir luchando,..... o para enfadarme, para seguir quejándome, para quedarme paralizado....
Y tú, ¿QUE ACTITUD ELIGES AHORA?
Y para finalizar, os invito a tener presente la frase del primer vídeo, ¿PREFIERES SER FELIZ O TENER LA RAZÓN?
Llevamos unos meses viviendo una situación extraordinaria. Nos ha cambiado la vida de un día para otro. Nunca nos habríamos imaginado estar sin poder salir de casa, sin poder ver a nuestra familia o amigos, sin poder viajar, etc. Seguramente también habrás cambiado TÚ.
Cuando sufrimos grandes cambios en nuestra vida, aparecen preguntas, cambios de valores o nos damos cuenta de que la vida que llevábamos anteriormente no era coherente con nuestra esencia o por el contrario, nos reafirma en nuestro camino vital para seguir en él con más energía.
Todo proceso de cambio conlleva su camino, ya sea porque el cambio no lo hemos elegido, porque encontramos obstáculos, etc.
REFLEXIONA por unos minutos en esos cambios que has vivido:
* ¿Cómo ha cambiado tu vida en el día a día? ¿cómo era tu rutina hace dos meses? ¿Cómo es tu rutina ahora?
* ¿Cuáles eran tus sentimientos/emociones predominantes antes de todo esto? ¿Cuáles son las emociones que más sientes ahora?
* ¿Has cambiado de alguna manera? ¿En qué?
*¿Qué estás aprendiendo de toda esta situación y de ti mismo/a?
En estos días de recluimiento tanto externo como interno, ¿te has propuesto algún objetivo? ¿cómo es tu grado de cumplimiento del mismo?
Te propongo pensar en una META.
Piensa en algo que te gustaría cambiar o mejorar en tu día a día, en tus emociones, en tu cuidado personal, en tus relaciones con los demás...Busca un objetivo diario (fácil de cumplir, no te propongas algo que te suponga mucho esfuerzo; para empezar, mejor por algo fácil de iniciar para mantener y cuidar nuestra automotivación).
Y piensa en un plan para ponerlo en práctica:
REDACTA tu objetivo, ponlo por escrito y ponlo en un sitio donde lo veas a menudo, para que te lo recuerde. Y escribe también, si lo consideras oportuno, esos objetivos más pequeños que te llevarán a conseguir la meta inicial.
BUSCA un aliado/ persona que te ayude. Comparte con esa persona cuál va a ser tu objetivo y pide ayuda para que te apoye, te anime o te brinde algo que necesites para empezar.
PLANEA en qué momento del día vas a dedicarle TIEMPO a tu objetivo.
VALORA qué RECURSOS necesitas para ponerlo en práctica: tiempo, comprar algo en concreto, hablar con alguien,...
PREMIATE cada vez que cumplas tu meta o submetas, puede ser algo material o algo simbólico o incluso un mensaje verbal hacia ti mismo/a (¡Genial, Begoña, vas por el buen camino!, por ejemplo).
Os comparto un vídeo que a mi me sigue emocionando cada vez que lo escucho... Os lo podéis poner de despertador!!!
RECORDAD que la palabra DIFÍCIL sólo pone excusas y es la máscara que más utilizamos en el MIEDO A CAMBIAR...
Para finalizar, tomad nota de todo lo que conlleva un proceso de cambio..
Hoy nos acercamos a conocer y comprender nuestras emociones más básicas.
No podemos elegir lo que sentimos pero sí qué hacer con lo que sentimos. Las emociones tienen la capacidad de influir en nuestra salud física y en nuestro bienestar. Aprender de ellas, es conocernos a nosotros mismos.
Te invito a cambiar tu percepción sobre ellas y abrirte a sentirlas y aceptarlas, y gestionarlas, si es el caso.
Reflexiona sobre las preguntas que te propongo para ir ahondando en cada una.
Sabiendo que no hay una única clasificación nos acercaremos a conocer las siguientes:
- IRA. Surge ante la percepción de una injusticia ("es injusto que ....") o cuando sentimos que nuestros derechos no han sido respetados. Es la emoción que más energía desencadena. De cada persona depende de cómo canalizar esta energía
¿La utilizas para construir y recuperar el control perdido sobre el ambiente y/o a la auto-defensa? o ¿la utilizas para destruir? ¿En qué parte de tu cuerpo notas más la ira/enfado?
- MIEDO. Se activa por la percepción de daño o peligro. El origen del daño o peligro percibido puede ser físico (integridad física) o psicológico (insultos o puntos débiles que dañan nuestra autoestima). El miedo puede llevarnos a protegernos, a evitar la situación o el estímulo "peligroso" o a desarrollar conductas de afrontamiento. Por ejemplo, si nos da miedo hablar en público, las opciones que el miedo nos reporta serían, evitar la situación o por el contrario, aprender técnicas de comunicación, relajación....etc.
¿A qué tienes miedo (animal, situación, persona..)? ¿Qué miedos tenías en el pasado y cómo has conseguido afrontarlos?
-LA TRISTEZA. Ante la percepción de pérdida, surge la tristeza. Comparamos lo que teníamos en el pasado con los cambios del presente. Nos ayuda a tomar consciencia de estos cambios y a valorar cosas, situaciones, personas.... El llanto es la expresión más común y ayuda a liberar esta emoción. Solemos evitar sentirla con distracciones, pero en el fondo sigue ahí. Es un proceso natural que se activa ante diversos cambios y que nos lleva a aceptar la situación, si seguimos en el proceso de gestión, por el contrario si la tristeza se hace más profunda, puede convertirse en depresión.
Se trata de permitirnos sentirla y aceptarla. La tristeza nos lleva a buscar apoyo en las personas más cercanas.
¿Que haces tú cuando sientes tristeza? ¿Cómo te desahogas? ¿Intentas evitarla?
-EL AFECTO/AMOR. El amor tanto a uno mismo como a los demás, a la vida. Nos conecta con nuestra verdadera esencia como seres humanos, es más que una mera emoción, puede ser incluso una actitud. Nos conecta con nosotros mismos y con los demás, y crea vínculos importantes de apego y satisfacción.
¿Quienes son las personas más importantes de tu vida? ¿Cómo te tratas? ¿Cómo de afectuoso eres contigo mismo?
-LA FELICIDAD. Al igual que el amor, la felicidad nos lleva a desarrollar una actitud positiva y optimista ante la vida. Es una emoción y una actitud que se trabaja cada día. Depende de nosotros mismos y no de que las circunstancias de alrededor sean propicias. Hay muchos ejemplos de personas que tienen muchas limitaciones y afirman sentirse felices cada día. Es por esto que la felicidad nace de dentro a afuera y no de afuera a adentro. La sociedad y los medios de comunicación nos intentan vender que seremos felices si conseguimos esto o aquello, cuando nos jubilemos, cuando mis hijos consigan trabajo.... desde esta perspectiva sólo queda resignación, ante la impotencia de no poder hacer nada. Sin embargo, la actitud lo es todo y cambia por completo nuestra percepción de la situación.
La felicidad está vinculada al bienestar en todas las áreas de nuestra vida. Es un equilibrio interno.
¿Qué es felicidad para ti? ¿Qué día ha sido el más feliz de tu vida? ¿Eres feliz hoy?
- SORPRESA. Es una emoción de transición y es la que menos dura, porque nos prepara para la siguiente emoción. Surge ante algo inesperado y eso inesperado, puede ser agradable o desagradable para nosotros. Puede que nos guste que nos den sorpresas o, todo lo contrario.
¿Cuál es la sorpresa más grande que te han dado? ¿Qué sentiste después? ¿Has dado alguna sorpresa a alguien? ¿Cuál fue su reacción?
- ASCO. Implica una respuesta de huida o rechazo ante un objeto deteriorado o pasado. Comida u olores corporales, contaminación y sabores amargos o acontecimientos psicológicos como chistes de mal gusto, valores morales repugnantes activan nuestros impulsos de repudio y la emoción de asco. La función del asco es de mantener y promover la salud.
¿Hay algo en concreto que no soportes y te provoque asco? ¿Cuál es la razón de que te provoque dicha emoción?
Seguimos conociendo cómo funciona nuestro cuerpo en cuanto a emociones se refiere.
¿RECUERDAS qué estabas haciendo o con quién estabas el día que ocurrió el atentado de las Torres Gemelas?
¿Qué día para ti ha sido hasta el momento el día más feliz de tu vida?
En todos estos procesos se activa nuestra MEMORIA EMOCIONAL, información emocional que se queda grabada en nuestro cerebro y que nos recuerda detalles de las situaciones que hemos vivido de una manera emocionalmente intensa. Ya sea de naturaleza agradable o desagradable. Esto es de gran utilidad porque nos ayuda a tomar decisiones ante situaciones similares, pero también hace que reaccionemos con la misma intensidad emocional ante situaciones parecidas, es decir, nuestras emociones del pasado nos influyen en las reacciones del presente. Por ejemplo, nuestra memoria emocional se activa cuando nos enfadamos con nuestro hijo/a porque no ha bajado la basura o no ha ordenado la habitación, y la emoción de rabia-enfado nos recuerda otras situaciones similares en las que hemos sentido esa misma emoción con esa persona y en medio de la discusión, nos dejamos llevar por estos recuerdos, y sacamos a relucir otros reproches, aunque sean de hace meses o incluso años.
En este vídeo de REDES, nos hablan de la MEMORIA EMOCIONAL:
A continuación, comparto una conferencia de LAURA ROJAS MARCOS, que nos ayuda a profundizar y comprender nuestros procesos emocionales:
Y la segunda parte de esta conferencia:
Estos días os invito a seguir buscando esa conexión emoción-cuerpo, localizando físicamente dónde comenzáis a sentir la emoción, es de gran ayuda para poder ser consciente de cómo nos sentimos.
¿Qué sientes ahora mismo? Cierra los ojos y conecta con tus sensaciones internas ¿Puedes poner un nombre a esa emoción?
Etimológicamente, la palabra EMOCIÓN, viene del latín e-movere que significa "movimiento hacia el exterior" o "ponerse en movimiento". De este modo, las emociones nos mueven a hacer algo, son un impulso de energía para adaptarnos ante un cambio.
Aunque no hay una clasificación consensuada sobre las emociones, podemos hablar de emociones primarias, innatas (miedo, rabia, tristeza, asco, sorpresa, alegría..) y emociones secundarias, aprendidas en el contexto social y surgen de la combinación de las anteriores (empatía, vergüenza, envidia, celos...).
Las emociones no son ni buenas ni malas; son agradables o desagradables, cómodas o incómodas... todas tienen su función y nos ayudan a sobrevivir. En este vídeo de REDES nos lo explican:
El tema radica reconocerlas, aceptarlas, permitirnos sentirlas y gestionarlas. Estas son las claves. De este proceso hablaremos más adelante.
Para poder gestionar nuestros procesos emocionales es fundamental saber dónde surgen.
Cuando hay un cambio en nuestro mundo exterior o en nuestro mundo interno (un recuerdo, por ejemplo), esta información se dirige a varios sitios al mismo tiempo: a la corteza prefontal o neocórtex y a nuestro sistema límbico, también llamado cerebro emocional. Por ejemplo, si estamos cruzando la carretera y de repente aparece un coche, nuestro sistema de alarma (cerebro reptiliano y cerebro límbico), y la emoción de miedo nos hacen correr hacia la acera y salvar nuestra vida. Esta parte cerebral tiene la capacidad de tomar decisiones rápidas cuando nos sentimos en peligro. Sin embargo, el peligro puede ser real o imaginario. Por ejemplo, puede haber una reestructuración en mi empresa y el miedo a que me echen hace que esté tenso, irascible con mis amigos, no duerma por las noches... estoy viviendo ya como REAL que me echen del trabajo. La parte prefontal del cerebro se dedica a analizar, deducir, valorar posibilidades.... por lo tanto, necesita más tiempo para tomar una decisión. Si esperamos a valorar todos los detalles en la situación anterior, el coche ya nos hubiera alcanzado.
Continuamente estas partes cerebrales trabajan JUNTAS En situaciones que interpretamos como peligrosas el sistema límbico toma las riendas para tomar una decisión rápida, mientras que la parte prefontal analiza para valorar otras opciones. Es por esto, que a veces, después de haber actuado impulsivamente (un portazo, un chillido) nuestro lóbulo prefontal, una vez analizada la situación, nos dice que hemos actuado de manera errónea.
En este proceso también tenemos que tener en cuenta otras partes de nuestro cuerpo, ya que estudios científicos señalan que tenemos también neuronas en el intestino, ¿verdad tenemos muchas sensaciones emocionales en esa parte? hablamos de tener "un nudo en el estómago", por ejemplo. Te propongo leer este artículo donde explica que tenemos hasta cuatro cerebros:
Te invito durante estos días a SENTIR. Nuestro cuerpo siente las emociones antes de que seamos conscientes de ellas. El corazón late más deprisa, se agita la respiración, apretamos los puños, fruncimos el ceño....Si conectamos con estas sensaciones, seremos capaces de gestionar de manera más eficaz nuestras emociones. ¿Dónde y cómo sientes la rabia? ¿Dónde y cómo sientes la alegría? y el amor? Busca la conexión con tu cuerpo.
Cada uno de nosotros venimos a este mundo con numerosos recursos para hacer frente a las diferentes situaciones que nos presenta la vida. Tenemos un sinfín de tesoros en forma de habilidades, valores, recursos... que nos ayudan a ello. Sin embargo hay veces que somos capaces de ponerlos en práctica y otras veces, por diferentes motivos, nos sentimos incapaces de resolver una situación o hacerle frente de la mejor manera posible y nos hundimos en la ansiedad o en la angustia.
La RESILIENCIA es esa capacidad que todo ser humano posee de hacer frente a las adversidades y salir fortalecido de ellas. Piensa en una situación del pasado, que en su momento fue motivo de estrés o sufrimiento para ti. Y desde el presente reflexiona: ¿qué aprendiste o has aprendido de todo aquello? ¿Ese aprendizaje te ha servido posteriormente?
Por todo esto, es importante bucear en nuestro interior y recordar todos los recursos que están a nuestro alcance para gestionar nuestras emociones y encontrar el equilibrio y la paz interior.
Para practicar en ello, te dejo esta meditación. Espero que la disfrutes.
Música de la meditación: Enlightenment (Dr. Harry Henshaw)
Hoy os invito a trabajar un tipo de pensamiento negativo muy particular: LAS QUEJAS.
¿DE QUE TE QUEJAS? ¿Te "pesa" el mal tiempo, un dolor en tu cuerpo o incluso alguien? ¿Conoces a alguien que siempre se está quejando? ¿Cómo te hace sentir esa persona? ¿Es capaz de contagiarte sus emociones de desagrado y pesimismo? Esas mismas emociones son las que surgen en ti cuando tienes pensamientos de queja (lo observamos mejor cuando lo vemos en otros). Parece que en un principio la queja nos puede liberar del estrés, la carga, la sensación de injusticia,... pero realmente no ayuda nada y es el inicio de un diálogo (interno o externo) pesimista, con el desencadenante de una serie de emociones y sentimientos pesarosos, de angustia, enfado....
Will Bowen lanzó en 2006 un reto para dejar de tener este tipo de pensamiento. Seis millones de personas ya han dejado de quejarse gracias a este método y han notado grandes beneficios a nivel mental, emocional y físico.
¿De qué se trata? Se trata de no emitir queja alguna durante 21 días, tanto en voz alta como internamente. Es necesario una pulsera (goma, reloj, anillo, .... lo adaptamos) en una muñeca y cuando se emita una queja, esta pulsera se cambia de mano y empezamos a contabilizar los días desde el principio. También puede ser cualquier objeto pequeño que puedas guardar en el bolsillo y que te permita ir cambiándolo cuando esto ocurra. No se trata de darle fuerza a la queja o de sentirnos culpables si nos quejamos. Se trata de aprender a observar nuestros pensamientos y nuestro lenguaje, de darnos cuenta.
¿Por qué 21 días? Los científicos mantienen que es el tiempo que se necesita para empezar a adquirir un hábito.
¿TE ANIMAS A PROBARLO? Yo voy a volver a hacerlo, noto que estos días vuelvo a estar un poco "quejosa".
OTRO APUNTE: como no podemos dejar de emitir pensamientos, vamos a buscar la manera de empezar a llenar nuestra mente de pensamientos con un tono diferente y positivo. Te animo a que antes de acostarte APUNTES o PIENSES (si lo apuntas, es más efectivo) TRES cosas POSITIVAS del día. No vale repetir, se trata de que cada día rebusques y te esfuerces por encontrar algo positivo. Esta práctica ayuda a focalizar nuestra atención en otros aspectos de nuestra vida, que podrían pasar desapercibidos porque no los catalogados de extraordinarios. De este modo, vamos reeducando a nuestro cerebro a fijarse también en lo bueno, ya que por supervivencia y aprendizaje, tiende a entretenerse con el lado opuesto. COMPARTE CONMIGO TU PROCESO Y EXPERIENCIA 😁
lunes, 20 de abril de 2020
RELÁJATE Y SÉ FELIZ
En estos días de retiro obligado, como me gusta llamarlo a mi, no podemos evitar que los pensamientos vengan y vayan. Seguramente nos pase algo parecido a nuestro amigo del martillo. Habrá pensamientos de queja, de pesimismo, de esperanza, de resignación, animosos, etc. Todos ellos dependerán de la información que vayamos absorbiendo del entorno, de los medios de comunicación, del tono más optimista o negativo con el que hablamos, de nuestra tolerancia a la frustración, de nuestras experiencias pasadas de estrés, de cómo hemos aprendido de nuestros padres cómo gestionaban sus emociones, de nuestra personalidad, de nuestra percepción del mundo, etc....en definitiva hay muchos factores que influyen en la calidad, tono y recurrencia de nuestros pensamientos .
Es por ello que necesitamos momentos en los que serenar nuestra mente, momentos para parar nuestra película mental y hacer que se enlentezcan o incluso que desaparezcan por un momento. En definitiva, descansar. Todo esto nos lo brinda la relajación en todas sus múltiples formas.
Aparte de descansar la mente, la relajación tiene además múltiples beneficios a todos los niveles:
- Aumento del nivel de conciencia
- Mayor nivel de reposo. Descanso
más profundo.
- Más salud.
- Más resistencia frente a las
enfermedades.
- Equilibrio en la tensión
arterial.
- Mejor oxigenación.
- Aumento del nivel de energía,
vitalidad.
- Superior nivel de recuperación
tras los esfuerzos.
- Predominio de los pensamientos
positivos.
- Resistencia frente a hábitos
erróneos: fumar, alcohol, comidas excesivas, etc.
- Disminución del estrés.
- Mayor capacidad de aprendizaje.
- Mejora de la capacidad de recordar
datos.
A continuación tenéis algún ejemplo práctico. A disfrutarlos. Contadme cuál os ha gustado más o qué os sirve a vosotros para relajaros.
«Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así pues, nuestro hombre decide pedirle al vecino que le preste el martillo. Pero le asalta una duda: “¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y si el hombre abriga algo contra mí, ¿qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se le habrá metido en la cabeza. Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo”. Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir “Buenos días”, nuestro hombre le grita furioso: “¡Quédese usted con su martillo, so penco!”»
EL ARTE DE AMARGARSE LA VIDA. Paul Watzlawick
Actualmente, los científicos mantienen que pasan por nuestra mente una media de 60.000 pensamientos al día y que la mayoría se refieren al pasado, son repetitivos y negativos. Sin embargo, no somos conscientes de la mayoría de ellos. Además, como hemos visto reflejado en la historia del comienzo, determinan nuestras emociones y consecuentemente nuestras acciones. De este modo, el proceso emocional sería así:
Si lo relacionamos con la historia, el acontecimiento desencadenante sería la necesidad de un martillo para poder colgar el cuadro. En la interpretación de la situación, el hombre se pregunta: "¿y si no quiere prestármelo?" y este pensamiento desencadena en él una serie de respuestas fisiológicas: aceleración cardíaca, aumento de la presión arterial, respiración más superficial...; emociones de miedo y rabia; lo que hace que siga teniendo pensamientos de la misma índole y reaccione de la manera que lo hizo, gritando al vecino que no sabía de qué iba la historia. ¿Cómo se hubiera desarrollado la historia si nuestro hombre hubiera pensado "¡seguro que me lo deja!".
Los pensamientos o la interpretación de los hechos, están influenciados por nuestra personalidad, nuestra educación, las experiencias pasadas, el núcleo familiar, el estado emocional previo, etc.
Esto nos lleva a reflexionar ¿qué nos decimos? ¿qué pensamientos pasan por nuestra mente? ¿son optimistas, esperanzadores o por el contrario son negativos, quejosos?
Te invito a que observes tu dialogo interior. Simplemente observar. No hace falta que cambies nada (de momento).
Y para ello, participa y cuéntame, ¿Alguna vez te ha ocurrido algo similar al hombre del martillo?